sábado, diciembre 30

Nos vemos...

Parque La Llovizna. Puerto Ordaz, estado Bolívar.
Hace 5 meses me entregaron mi título de Bachiller en Ciencias.
Para ese entonces hice el intento de ingresar a una universidad que me gustó e hice la solicitud del cupo mediante la embajada, que es como asignan a los extranjeros en las universidades nacionales del país a donde quería ir; pero para el momento de mi acto de graduación no tenía respuesta alguna de ellos. Había logrado ingresar a Derecho en la Universidad Central de Venezuela pero era un cupo que yo sabía que no utilizaría puesto que ya estaba decidido que me iría del país.
Si para ese entonces había algo que me estaba presionando era que el día del acto de mi graduación, mi colegio tiene la "tradición" (no se si otros lo hacen) de llamar a cada uno de los graduandos para ingresar al Salón de Actos y decir la carrera y la universidad en donde va a estudiar el mismo.
Esto me asustó, me imaginaba los aplausos de todo el mundo y la emoción de todos mis amigos cuando dijeran a donde iba cada uno; era como el momento protagónico de cada uno de nosotros en el acto y yo no quería ser una de las que aun no tenían nada planificado, porque nunca fui así. Así que decidí que aun sin tener seguridad, quería que para el momento del acto dijeran de mis opciones la que yo mas quería: Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
Y así fue, sabía que no tenia el cupo, sabía que era un procedimiento difícil y mucha gente me decía que era casi imposible entrar como extranjera a una Universidad Nacional en Argentina y que esa universidad tenía muchísima demanda nacional lo que hacía aun mas difícil aceptar extranjeros, pero esa era lo que yo quería. Es que a mi se me mete cada cosa en la cabeza.
Así que pasaron los meses, yo llamaba hasta mas de 5 veces mensuales a la embajada sin obtener respuesta; nunca llegaba nada, me decía la señora. Paralelo a eso, yo iba haciendo averiguaciones en otras universidades, y así fue que llegué a inscribirme en la Universidad Católica de Córdoba, para la misma carrera; y aunque estaba bien, no era lo que yo quería.
Cuando llegó diciembre yo realmente desistí de la idea con la Universidad Nacional, si me iban a aceptar ya lo hubiesen hecho, decía; y tenia todo preparado para irme a la Católica (libros comprados y demás)
El jueves en la mañana me acordé que tenía que llamar a la embajada nuevamente y le pedí a mi mamá que lo hiciera porque yo iba a salir. Como a las 6 de la tarde mi mamá me llama y me dice que me tiene una buena noticia, ya sabía yo cual era; y les confieso que lloré de la emoción.
Lo interesante es que mi mama ni siquiera llamó, se le olvidó. La llamaron de la embajada a decirle que había logrado el cupo.
Tengo una alegría momentánea que es difícil de describir, después de haber estado sin saber qué iba a hacer y de haber tenido que conformarme con lo que había logrado obtener, puedo decir que logré el cupo en la universidad y carrera que quería y puedo tener el privilegio de escoger entre varios cupos, pero obviamente ya sé a donde voy.
Así que Córdoba, nos vemos pronto!
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viernes, diciembre 22

Me atreví...

Amanecer en la Isla de Coche

Te dije en tu cara que todavía sentía algo por ti.
Me dio toda la pena que me podía dar, me costó todo lo que me podía costar y lo pensé todo lo que lo podía pensar, pero lo hice.
Después de mas de un año desde que todo terminó, admití que nunca dejaste de importarme.
Me siento bien, no porque crea que tu y yo podamos ser algo nuevamente, sino porque me demostré que tenía razón al sentir que tu todavía me querías y que no me equivoque contigo aunque cada día me doy cuenta que los demás si.
En estos momentos tu te debes estar dando con una piedra en los dientes por no habérmelo dicho antes o primero.
Inclusive puede que estés arrepentido de haber dejado de creer en mi y en nosotros, de haber jugado al mártir y dejar ganar al orgullo.
Pero no te preocupes, que ayer ganaron los sentimientos buenos y se demostró nuestra incurable necesidad de estar juntos y de querernos; y se demostró ademas que aunque quizás no podremos compartir nunca todo lo que sentimos, hemos aprendido a vivir con ello, a demostrárnoslos a nuestra manera: con miradas, silencios y hasta lágrimas.
Lo mejor de todo es que me siento bien, después de muchos meses, y lo peor es que me queda un mes y cinco días en esta Isla, estoy en cuenta regresiva.
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jueves, diciembre 14

Ojalá nunca...


Ojalá nunca tengas que llorar solo una noche
Ojalá nunca tengas que llorar solo una noche porque me extrañas y no tienes a quién contárselo
Ojalá nunca dejes de celebrar tu cumpleaños
Ojalá nunca dejes de celebrar tu cumpleaños porque te hace falta mi regalo aunque sabes que no puedo dártelo
Ojalá nunca tengas que llorar una navidad
Ojalá nunca tengas que llorar una navidad porque quisieras estar conmigo, pero no puedes
Ojalá nunca se te acaben los deseos para un año nuevo
Ojalá nunca se te acaben los deseos para un año nuevo porque solo deseas que lo nuestro nunca hubiese terminado

Ojalá nunca te ocurra nada de lo que me ha ocurrido a mí
Ojalá nunca te ocurra nada de lo que me ha ocurrido a mí desde que te fuiste, desde que te dejé ir....
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lunes, diciembre 4

Pesimismo, optimismo y realismo...

Nunca me imaginé publicando sobre este tema, pero quiero decir igual que todos, lo que pienso al respecto:
A pesar de mis intentos de impermeabilidad con la política, tema de mi total y profundo desagrado, vivo en este país y no he quedado exenta de la abundante, exhaustiva e inquisitiva información de los últimos tiempos y mas aún de estas recientes elecciones.
No es que el tema no me importe, o no me afecte, me importa mucho pero a mi manera, me afecta pero a mi forma. Y si bien muchas personas han aprendido en los últimos tiempos a sufrir y emocionarse con sus candidatos, con sus propuestas, con sus aciertos y desaciertos; yo, sigo sin exaltarme, sin que nada de la política me produzca emoción alguna, porque sencillamente de ese mundo no le creo A NADIE, y al desconfiar de ellos, poco me importan.
Si debo opinar sobre las elecciones presidenciales que este 3 de diciembre ocurrieron en Venezuela, puedo decir entonces que aunque nunca creí que la oposición iba a ganar, si me mantuve optimista en otros sentidos: confiaba en que la gente acudiría a votar y que luego defenderían sus votos, confiaba también en que iba a demostrarse mediante muchos medios quien seria el virtual ganador pero sabia que los resultados iban a evidenciar otra cosa que sorprendería a muchos.
Debo decir, sin embargo, que ésto se veía venir. No porque crea que Chávez tenga gran cantidad de adeptos, porque para ser sincera me sorprende que haya sacado 6 millones de votos; a mi juicio es demasiada gente para quien, por ejemplo, no logro una convocatoria real en su marcha de cierre de campaña en la capital del país hace una semana. Se veía venir sencillamente porque desde hace 8 años hemos estado en presencia de un absolutismo disfrazado, un gobierno que se da el tupé de controlar todos los poderes, de donde emana la posibilidad y garantía de alcanzar sus objetivos FACILMENTE.
Ya me estoy adentrando demasiado en lo que no me gusta y para finalizar, solo puedo decir que sí tengo esperanzas en un buen porvenir, sí creo que se puedan lograr cosas buenas en Venezuela porque el futuro de uno, lo construye uno mismo y no un dirigente político, ni porque sea un socialista resentido. Nada de depresiones, todo lo contrario, si aceptamos lo que ocurre, se nos hace mas fácil seguir el camino y saltar los obstaculos.

"El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas"
William George Ward
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